viernes, 16 de septiembre de 2022

El incomprendido poeta porteño, Arturo Rojas:


Me apago en la orilla de la fogata del tiempo


Solo en el rincón de los resentidos,

Siempre me sitúo.

No podría ser de otra forma,

Hay que intensificar el sentir,

Se debe vislumbrar la exaltación de la miseria.

Busco la motivación para engalanar las frases que pronuncio,

Algo insensatas en el eje de mi dolor intelectual

¿Qué me importa a mí lo que hayan dicho otros poetas?

Nada, algo o mucho.

Me provocan pena los programas educacionales.

Me avergüenzo de los políticos y de los críticos.

La elitización de la tontería

Me provoca asco.

A veces, mi voz se contamina,

Mi palabra queda herida,

Apagándose en la orilla

De la fogata del tiempo.


Arturo Rojas, Estación de miseria.