miércoles, 17 de enero de 2018

Hubo una charla en el Aula Magna de la U de Valpo, sobre los efectos neuronales y psicológicos del LSD y el DMT, ofrecida por el investigador Christopher Timmermann. El compadre habló a grandes rasgos sobre la posibilidad de estudiar científicamente los mecanismos mentales bajo el influjo de aquellas dos sustancias en ambientes controlados. Para ello, Timmermann se refirió a dos experimentos con algunos voluntarios usando magnetoencefalograma y electroencefalograma para investigar su actividad cerebral estando bajo un estado psicodélico. Según el expositor, la posibilidad real de estudiar estos fenómenos sería un paso más en el conocimiento acabado de la conciencia, influido por la búsqueda psicotrópica que data de culturales ancestrales. Nada menos que Francisco Varela apareció mencionado por Timmermann, en un momento de la charla, como un importante referente de lo que sería la "neurofenomenología", la cual tendría relación directa con las sustancias psicodélicas como agentes activos en el estudio de la plasticidad de la mente y en la apertura de la experiencia ligada a la disolución del yo y a la reintegración del organismo vivo con el todo. Cada uno de estos temas se tocaron con sumo entusiasmo en el Aula Magna que, contra todo pronóstico, en pleno jolgorio católico, presentaba hoy un lleno absoluto. Aunque no lo parezca, y aunque a ratos solo le incumba a cierto grupo de iniciados, la ciencia, mejor dicho, el conocimiento científico, aún guarda sus luces y su estrellato.