viernes, 24 de diciembre de 2021

"Si se acoge el laicismo estatal, deberían desaparecer del calendario los feriados de tradición religiosa, como el día de las iglesias evangélicas, el de la Virgen del Carmen y por cierto la Navidad. No se podrá poner pesebres en edificios públicos como en el Palacio de la Moneda o en municipalidades; ni hacer conmemoraciones navideñas en servicios de la administración pública. Hasta el Viejo Pascuero, de indudable origen cristiano (por San Nicolás), podría ser considerado un personaje que vulnera los principios de un Estado laico.

Seguramente nadie ha pensado en estas consecuencias, que hoy parecen ridículas. Pero cuando se pone en la Constitución que Chile es un Estado laico, que no tiene religión oficial y que no se puede discriminar entre religiones, se ha iniciado un camino que nos conducirá más tarde o más temprano a la sustitución o eliminación de las fiestas religiosas y entre ellas la de la Navidad". 


Disfruten la Navidad, porque esta podría ser la última. Ciertos convencionales quieren hacer las veces de Grinch.