domingo, 2 de enero de 2022

Dicen que ayer dejó de funcionar el pase de movilidad. Toca reactivarlo con la tercera dosis. También dicen que el secretario general de la ONU llamó a prepararse para las próximas pandemias. Y, por si fuera poco, han confirmado que una empresa sueca desarrolló un pase covid en un microchip para ser implantado debajo de la piel. Todo indica que este 2022 será un 2020 multiplicado por 1984. Cierta conspiranoia y teoría a lo Black Mirror va cobrando forma en el tejido de nuestra realidad pandémica. ¿El precio de ser libre lo pagará acaso la nueva corporatocracia de la ciencia? Al parecer, sí. Y tendremos que despedirnos de ciertos espacios, si no queremos ceder nuestro cuerpo y mente a dicha corporatocracia, de forma periódica y sin contrapunto suficiente. El bicho volverá recargado, esa es la nueva narrativa y, en nombre de la ciencia, cual Videodromo de David Cronenberg, todos tendrán que abrirle la puerta a la “nueva carne”.