viernes, 4 de febrero de 2022

Gota

Toda la humedad del mundo

Dejó una gota en mi corazón.

En él se yergue valiente

El demonio del absurdo.

Pero la tentación fue del mar

Nunca mía.

El Enfermo de Abisinia

Hay una novela llamada El enfermo de Abisinia de Orlando Mejía Rivera, la cual propone una hipótesis alternativa sobre la muerte de Arthur Rimbaud. Está compuesta de cuatro monólogos, en forma de cartas o textos: los artículos del crítico Edmond Lepelletier, en los que destroza la obra del poeta; una carta (inventada) de Rimbaud, otra (inventada) de su amigo Paul Verlaine y otra de un médico que no existió, Nikos Sotiro, quien supuestamente atendió al poeta cuando abandonó Francia y se radicó en Abisinia durante los últimos años de su vida. Mejía Rivera escribió esta novela "a la manera de" Rimbaud y de Verlaine, en un ejercicio sumamente ambicioso, y del que se pueden rescatar algunos pasajes significativos:

Te dije que toda destrucción era necesaria, que vivir era renunciar a todo lo que amábamos o necesitábamos. Te lo dice alguien que lo único que ha sabido hacer en su vida es destruirlo todo.

Soy un selenita que despioja la abundante cabellera de Dios.

Entre el desierto y los negros de África descubrí lo que soy: una sombra errabunda que busca la nada.

Lacerar la carne, vaciar el corazón, envenenar el espíritu. Habitar la soledad, el hastío, el asco, el aburrimiento. Exprimirme como un absceso.

Los dormidos necesitan pensar que los despiertos somos sus pesadillas.

Es cierto que siempre me he quejado, pero para mí quejarse es otra manera de cantar.

Soy sólo un viajero, un peatón, un vagabundo que ha caminado por el mundo como un extranjero proveniente de otros universos.