lunes, 16 de abril de 2007

PRELUDIO DRAMA "GRAGKO"

En un lugar oscuro del planeta Tierra, no muy alejado de lo real, hay una entidad.
Una que, aunque se encuentra dentro de cada cosa, vive aislada.

Es la parte que más tememos y que no queremos ver.

Por la mañana, aterriza. A mediodía, mora.
Al anochecer, aparece, en forma de ser terrenal,
desplegando su misterioso halo de energía.

En menos de una fracción de segundos, invade en el corazón de los mortales.
Una sarcástica onomatopeya, y enseguida eres testigo de su enfermedad,
que llegas a reconocer y poseer como tuya.

¡NO ES OTRO QUE SUS PROPIAS SOMBRAS!

Entonces es cuando comienza la odisea.
él, él es el espectador ahora:


-Me sumerjo entre las sombras para ver si puedo penetrar el umbral de las dimensiones. Siento voces, en esta ocasión aterrizo en un vasto espacio de la Tierra. ¡América será mi próxima parada!-.


Después del discurso del espectro, presentemos a los personajes que le suceden.
Esta vez es un grupo, una tribu de seres jóvenes,
en comunidad dentro de una extraña familia.


-Joven 1: ¡Ahora! Alcen todos sus vasos ¡Ahora! ¡Brindemos!


-Joven 2: Salud por los necesitados, los malditos.


-Todos: ¡VIVA!


Habla el espectro:


-Este momento es perfecto. Una escena perfectamente decadente-.


-Joven 3: ¿Quién hace tanta bulla?


-Joven 4: ¿Qué es todo esto?


-Joven 1: No importa, somos una comunidad.


-Joven 3: No te molesta si te pregunto ¿Cuál es tu reputación aquí?


-Joven 1: Soy una especie de celebridad en potencia, señorita.


-Joven 2: Oye, ven, parece que en la puerta hay alguien que te espera.


-Joven 1: ¿Quién será?


Cuando el misterioso joven camina hacia la puerta, una mancha de vacío se pinta en el camino. Abre la puerta:


-Joven 1: Señor, ¿Quién diablos es usted? De todos modos, entre, está bienvenido para disfrutar. Es toda una fiesta maldita.


-Espectro: Descuide ¿Sr. Bill?


-Bill: Con él mismo.


Enseguida se estrechan la mano, y ocurre un súbito apagón:


-Espectro: No se moleste. Vengo en busca de la joven de la casa. Está aquí, ¿no es cierto?


-Bill: ¿Para qué la quiere?


-Espectro: Preferiría no hablar de ello. Es un asunto delicado, privado. Es familiar. Con su permiso


El espectro procede a entrar en medio de la bulla. La fiesta se paraliza perpleja y luego se reanuda.


-Bill: Pero, ¿quién será ese tipo? Rosa nunca me habló de él. Algo me está escondiendo.


Bill se queja:


-Joven 3: ¿Qué pasó?


-Bill: Nada, sentí como si muriera de repente. Tengo un mal presentimiento.


Mientras tanto, el espectro se abre camino a través del largo corredor, que da hacia la pieza de la Srta. El espectro está a punto de transformarse:


-Espectro: ¿Srta. Rosa?


-Rosa: Señor, ¿quién es?


-Espectro: ¿Puedo pasar?


-Rosa: Sí, adelante.


El espectro se hace pasar por su novio:


-Espectro: ¡Soy yo, mi amor!


-Rosa: ¡Bill! ¿¡Qué te pasó!? Debo estar soñando.


-Espectro: No te emociones. Ahora déjame abrazarte y recordemos viejos tiempos. Aún es tiempo de cambiar.


La mira fijamente, a la vez que cae cautiva de un hechizo inexplicable. Ella repite ahora bajo un mantra:


-Rosa: Te acuerdas, te acuerdas de la última vez que hicimos el amor.


-Espectro: Gracias por las memorias. Éste es un momento muy interesante. De hecho, tú eres muy interesante para mí.


-Rosa: Ven conmigo (se acerca llorando).


El espectro la abraza, con una sonrisa hipócrita.


Después de horas, ya se hacía muy tarde, y Bill (el real) notó que Rosa y el tipo aún no aparecían, así que se preocupó y fue a revisar las piezas de la casa, intrigado. La fiesta en verdad había sido un real desastre:


-Bill: ¡Rosa! ¡Rosa!


-Joven 4: ¡Bill! No crees que ese tipo...


-Bill: Sí, sí, lo creo, no le digas a nadie de esto.


-Joven 4: Bill, yo creo que debe estar en el baño.


-Bill: ¡Vamos para allá!


Bill, y su amigo, fueron rápidamente a investigar:


-Joven 4: Aquí, forcemos la puerta.


Cuando entraron, Bill encontró a su novia Rosa en la ducha, con llagas en las muñecas, clara muestra de intento de suicidio. Rosa procede a exclamar:


-Rosa: ¡Bill! Di que me amas. Di que me amas maldito. ¿Acaso crees que no me doy cuenta? Eres todo un hipócrita.


-Bill: Rosa, ya cállate, por favor.


-Espectro: (Abrázalo, abrázalo).


-Rosa: Si me quieres, puto, ahora, ¡demuestra tu amor!


-Bill: ¡No seas así! ¡No seas ingenua!


-Espectro: (abrázalo, abrázalo).


-Rosa: ¡Yo no diría lo mismo!


Y Rosa se acerca a los brazos de Bill, casi como en una entrega de pasión fatídica, y se abalanza contra él, hiriéndole de muerte:


-Bill: ¡AHHHHHH! ¡Qué me hiciste!


-Rosa: Jajajajajajaja, no sabes lo que dices, jajajajaja.


Los ecos macabros retumban en la sangrienta escena del horror. Ambos enamorados desfallecen.


-Espectro: ¡Demasiado por hoy! ¡Demasiada sangre! Me desaparezco por ahora (Risas malévolas)


Unos pocos minutos después, llegan a la escena concreta los amigos de Bill, a ver lo que sucedió, entre tantos gritos:


-Joven 4: ¿Qué sucedió aquí?


-Joven 3: Esto es obra de él, ¡de él!


-Joven 4: ¡No puede ser! ¡Están muertos!


-Joven 3: ¡Fue él!


El espectro, después de esta cruel escena de desengaño, se siente satisfecho.
Se esfuma en el umbral, el mismo por donde vino, en busca de más sangre y destrucción.


Tan fugaz como una tormenta, tan siniestro como el paso del tiempo,
tan macabro como el mundo del hombre, él es GRAGKO.


Y no es otro que sus propias sombras.



CONTINUARÁ