viernes, 19 de julio de 2024

En memoria de don Augusto Sarrochi

Ha fallecido don Augusto Sarrochi, reconocido profesor del Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la carrera de Castellano en la PUCV. Se le recuerda, sobre todo, cuando fue profesor de los ramos de Literatura Hispanoamericana II y III. Todos le tenían un respeto que imponía, puesto que era uno de los profes más antiguos y más severos.
Las lecciones sobre Metarrelato romántico en la Literatura chilena del siglo XIX, por ejemplo, o, más adelante, sobre el período del boom en los años 60 (tal vez su especialidad, sobre todo por su interés en José Donoso) fueron, sin duda, magistrales, y contribuyeron mucho a ampliar el bagaje de lecturas cruciales para nuestro formación literaria.
Algo que lo caracterizaba demasiado era su metodología de enseñanza. Era bien estricta. Unas veces daba pruebas para la casa que había que completar de forma digital, sobre algunas novelas del programa; y otras veces dictaba pruebas presenciales a la vieja usanza, sobre los libros que estábamos leyendo. En estas últimas instancias se sufría bastante, por lo acotado del tiempo y por la cantidad de novelas sobre las que había que trabajar (y se trataba de aquellas novelas del boom latinoamericano, inmensas).
Pero ninguna de estas evaluaciones era tan intimidante como la que se realizaría a final del semestre: la clásica prueba oral cuyo contenido abarcaba alrededor de más de cien conceptos que había que estudiarse al dedillo, ya que el profe nos mandaría a todos al frente a responder una pregunta sobre cualquiera de esos conceptos, al azar. "Dispara usted, o disparo yo", recuerdo que señalaba un amigo, cada vez que se refería a esa famosa prueba, y la manera en que el profe Sarrochi se dirigía a los compañeros, como queriendo "liquidarlos" en el acto.
La cuestión es que salimos bien librados de aquellas lecciones. Atravesamos el lugar sin límites, desafiamos lo esperpéntico, trascendimos con romanticismo aquellos pasajes plenos de simbolismo y vanguardia, recreando también lo mítico, lo mágico y lo visceral de aquellas numerosas páginas leídas en un lapso de semanas. Don Sarrochi se aseguró de volvernos unos apasionados y, al mismo tiempo, unos disciplinados lectores de literatura latinoamericana contemporánea, como se tenían que leer realmente las novelas de aquellos años: con la intensidad febril del aficionado, pero también con el ojo clínico del crítico. La literatura tenía que sentirse como ese organismo vivo al cual se le ausculta y se le "aguacha".
Parte de ese rigor y de ese cuidado analítico al momento de leer literatura se lo debo a él. Parabienes "en el viaje", profesor Sarrochi.