miércoles, 7 de junio de 2023

Hay, en ciertos nichos literarios, convidados de piedra y personas non gratas. También está plagado de feligreses, fariseos y apóstatas, con sus respectivos ritos, cismas e iniciaciones. Como en cualquier club, pueden devenir nichos cerrados, herméticos. Se sabe que puedes recibir invitación, pero nadie te asegura la permanencia. Afortunadamente, el ejercicio clandestino de la escritura, en calidad de creación, encuentra su lugar en la zona más solitaria, alejada del ruido gregario. Su verdadero sitio reside en la órbita de la lectura - universo infinito allende el espacio- y sobrevive a las intrigas y conflictos de sus autores, siempre y cuando no sucumba a la mafia ni a la tentación del oportunismo.
No hubo nada más utópico que nuestro pasado.

No hay nada más real que nuestro presente.

No habrá nada más distópico que nuestro futuro.