miércoles, 15 de diciembre de 2021

En sala de profes, una colega colocó la radio y sonó una franja en que hablaba Kast diciendo Atrévete. "¿Votará por él?" le pregunté a la colega, con ánimo de bromear. "No, me da miedo" respondió ella. "A mí me da más miedo el otro" comentó otra colega que estaba sentada más allá, aludiendo a Boric. "¿Por qué?" le preguntó la colega del principio. "Porque se ha dado muchas volteretas. No inspira confianza", le respondió. "Ah ¿y el otro no?" acabó diciendo la colega del principio, refiriéndose de nuevo a Kast. Así, a raíz de la franja de radio, las colegas siguieron hablando sobre los presidenciales, pero luego se sentaron juntas a realizar su pega administrativa de revisión de notas y atención de alumnos. Lo hicieron de una forma tan sobria y diligente que los posibles roces de la discusión política pasaron a segundo o tercer plano. Mientras seguía haciendo lo mío, las escuchaba hablar sin problemas, entonces pensé: aún hay "patria", todavía se puede discutir de política sin idiocia, con un mínimo de diplomacia.