viernes, 11 de octubre de 2024

Tengo una mesa en la pieza que da justo al lado de la ventana, con vista al exterior de la calle, desde un segundo piso. Pasa muy poca gente y escasos vehículos a esta hora. De repente, uno que otro jugoso gritando incoherencias que se disuelven luego que el jugoso se pierde en la esquina siguiente. A lo lejos, se escucha uno que otro ladrido de perro. Las luces de los postes alumbran los rincones vacíos. Se siente un silencio muy agradable que colinda con el silencio aquí adentro. La noche de viernes invita al reposo y a la introspección. Mientras otros salen de carrete, yo permanezco en la mesa con una taza de café, tanteando la próxima línea en el borrador. Después de mucho tiempo, acostumbrado a esta dinámica, yo diría años, muchos años, puedo decir abiertamente que me encanta esa paz, esa paz que me brinda la soledad, el tiempo y el espacio que me permiten el disfrute de este anodino discurrir, sin mayor expectativa que la reflexión tardía y el pensamiento trasnochado.

Diez consejos para moverse en el mundo de lo conspirativo (Info Krisis)

1) Las conspiraciones existen, pero, cuidado con interpretar toda la realidad en función de teorías conspirativas.

2) Existen decenas de asociaciones que suelen ser consideradas como “centros del poder mundial”

3) El tiempo ha demostrado ser un gigantesco cementerio de conspiraciones.

4) Los procesos de degradación que se están dando en la modernidad, más que frutos de la acción consciente de sociedades secretas organizadas, deberían de considerarse como muestras de la entropía.

5) No hay teoría conspirativa perfecta: todas adolecen de algún problema y todas quedan superadas a corto plazo por los hechos.

6) Lo que se identifica habitualmente como “actores activos” en las teorías de la conspiración, son en realidad grupos económicos, carteles, dinastías financieras, en muchos casos más fuertes que la mayoría de los Estados que se mueven en defensa de sus intereses.

7) Los fascismos históricos, en especial allí donde tuvieron más arraigo, surgieron de “teorías de la conspiración” que tuvieron altos niveles de aceptación en tanto que respondían a fenómenos muy reales que habían ocurrido con anterioridad.

8) Ninguna de las teorías de la conspiración que circulan en la actualidad -y que, en buena medida, son compartidas por neofascismos, postfascismos, nacional-populismos o extrema-derecha- es completa y verificada.

9) La “teoría de la conspiración mundialista” es, por el momento, la que mejor se adapta a la interpretación de la realidad del siglo XXI.

10) Las teorías de la conspiración, en sí mismas, son meros modelos de interpretación de la historia, más o menos próximos a la realidad (o completamente alejados de ella en el caso de las teorías conspiranoicas).

"El incierto futuro de Chile, a cinco años de la asonada de Octubre", Lucy Oporto Valencia

¿Qué oscuras fuerzas se desplegaron desde el interior del alma humana, en aquellos días, con efectos persistentes en Chile? ¿Qué fuerzas, capaces de nivelar delincuentes, barras bravas, falsos luchadores sociales, artistas y académicos, con vistas al derrumbe de toda estructura, sin más?

(...)

A cinco años de la asonada de octubre, el futuro de Chile se torna cada vez más incierto, conforme la violencia va transformándose, como si se tratase de un organismo o una fuerza autónoma.

Dado el sostenido progreso del crimen organizado, ¿es posible que, desde antes del principio, la planificación de tal acontecimiento haya estado bajo su dirección? ¿Quiénes lo planificaron? ¿Agentes del crimen organizado transnacional? ¿Fuerzas políticas, cuyas expectativas acabaron siendo aprovechadas y absorbidas por dichos agentes? ¿O hubo una coordinación entre ambos frentes, cuyos derroteros se separaron, o bien, permanecen hasta ahora unidos en las sombras?

La llamada “democratización del consumo” y la disposición colectiva a asimilarla desde dentro, ampliamente desplegadas durante la postdictadura, acabaron produciendo un tipo humano interiormente vacío e ignorante, desde un punto de vista fundamental; esto es, inconsciente y sin espíritu, funcional a su propia cosificación y trituración en el tiempo, en tanto consumidor ávido de tener, poseer y destruir no sólo cosas, sino también a otros seres humanos, considerados sacrificables y desechables.
 


"Pero entonces, ¿los humanos no somos esos seres racionales que suele describir la teoría política?

Uno de los aspectos clave de la vida humana es que las personas no se mueven por argumentos, sino por pasiones, intereses, y, en el caso del Occidente moderno, por sus carreras. Los racionalistas suelen mostrarse más irracionales que la gente común. El taxista o el camarero que te sirve el café están más en contacto con la realidad y los problemas cotidianos. Los políticos, por el contrario, se hallan aislados de la vida diaria y piensan que entienden las cosas mejor que el resto. Pero es una ilusión. A veces los problemas, sencillamente, no tienen solución, sólo son trágicos o absurdos. Pinker no lo ve así. Sería capaz de defender algo así como: 'Nunca ha habido un mejor momento para tener a un Terminator'. (Risas). Y fíjese que aunque a Pinker lo han atacado por no ser lo suficientemente woke, sigue creyendo que, si predicas la razón, la gente le escuchará."

John Gray, el rey de los pesimistas: "La situación actual se parece especialmente a las vísperas de la Primera Guerra Mundial, la civilización podría extinguirse"