martes, 6 de febrero de 2024

Está brígido el guionista de Chile. Preguntas al instante: ¿En qué circunstancias murió Piñera? ¿Quiénes fueron los verdaderos responsables de los incendios? Y me aventuro a otra pregunta más audaz ¿Qué relación podrían tener estos hechos entre sí? Acá hay algo más

"La izquierda se ha entregado al globalismo". Paloma Hernández, entrevista.

"De un tiempo a esta parte, se habla de cómo el eje izquierda-derecha está superado, y que la dicotomía entre globalistas y patriotas explicaría mejor la realidad política.
Yo creo que globalistas-patriotas no es el único eje, pero sí es el que está marcando de una manera más clara el ambiente ideológico-político del presente, sobre todo en Europa y América. La idea de «ceder toneladas de soberanía» a ciertos organismos supranacionales es una tendencia que se está imponiendo como hegemónica, pero no es la única.
¿Tiene sentido seguir hablando de izquierdas o de derechas?
No. Esa dicotomía, como la de progresistas frente a conservadores o la de fascistas frente a demócratas, se usa de forma maniquea y encierra una especie de teología política, pues se plantea como una lucha a muerte entre el bien y el mal. La dialéctica «globalistas frente a patriotas» se aproxima más a la política real en el sentido de que atiende a cuestiones políticas y geopolíticas: hay quienes están a favor y quienes están en contra del modelo del Estado nación, que es el que ha imperado en los últimos 200 años.
¿Tiene sentido plantearse la pregunta de si el globalismo oficial es de izquierdas o de derechas?
No, ninguna. El globalismo oficial es un imperialismo de Estado y su plano tecnológico —el plano de la Realpolitik— es la lucha a muerte entre Imperios. El plano de la dialéctica de clases (lucha entre «izquierdas» y «derechas», por ejemplo) ha sido desbordado por el plano de la dialéctica de Estados y de Imperios."

Leído por ahí: Naya "Fácil" ha hecho más que cualquier político. Sus seguidores, los "facilines" han logrado reunir la suma de 20 millones en beneficio de los damnificados.
Digámoslo claro: cada quien ha hecho de la tragedia ajena la sucia ocasión para justificar sus sesgos confirmatorios. Eso, en materia de discusión sobre los orígenes del incendio y sus posibles responsables.