domingo, 19 de mayo de 2019

La última película que vio Ian Curtis antes de colgarse en la cocina de su apartamento, un 18 de Mayo de 1980, fue "Stroszek" de Werner Herzog. En la película, el personaje principal, un tal Bruno S, decide emigrar de Alemania y viajar a América en busca de mejores oportunidades. Se dice que en una escena, aparecía un pollo que baila. Habría sido la última imagen que vio Curtis. Un reflejo de él mismo, dando pasos de epiléptico en el escenario y en la propia vida.

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