lunes, 29 de julio de 2024

Sobre la inauguración bizarra de los Juegos Olímpicos

Han dicho algunos “genios” que la bizarra inauguración de los Juegos Olímpicos (con travestis, transexuales y una mujer obesa como su estandarte) no parodiaba a La Última Cena de Leonardo Da Vinci, sino que representaba una versión de la obra "Le festín dex dieux” del pintor neerlandés Jan Van Biljert. Sin embargo, no han caído en la cuenta que la pintura de Van Biljert fue, en su tiempo, considerada blasfema, precisamente por incorporar elementos propios del catolicismo y alusiones directas a Jesucristo, tales como la aureola en Apolo (la corona solar) y la figura de Baco, el dios romano del vino, haciendo la eucaristía. En estricto rigor, lo que se está queriendo decir es que “no es una alusión a la Última Cena: es una alusión a una alusión pagana de la Última Cena”. O sea, quien vio una sátira cristiana en la inauguración olímpica está viendo lo que los agentes y emisarios del progresismo woke no quieren que veas, porque les jode su relato y su sesgada perspectiva de la religión, del deporte olímpico, del arte y de la cultura occidental en general.

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