domingo, 3 de octubre de 2021

Críticas femeninas a la cultura de la cancelación

“¿Qué mejor prueba de que la cancel culture ya no es tan marginal y de a poco impregna o al menos amedrenta a círculos más amplios? O peor, que es una manipulación finalmente funcional al sistema ya que habilita la censura sin necesidad de imponerla desde el Estado. Lo que supuestamente se ejerce en nombre de minorías, en realidad no es ya una protesta contra el statu quo sino parte de él”. Claudia Peiró



“En los ámbitos universitarios, al decir, de Fourest, la violencia para imponer un punto de vista de lo políticamente correcto es abrumadora. El derecho a réplica de la persona acusada dejó de ser un derecho y solo le resta pedir disculpas si no quiere perder su puesto.

La generación ofendida, los milennials, que acusan lo hacen a través de las redes por lo general, para defender causas que no vivieron ni conocieron en persona. ¿Hace falta haber conocido la experiencia físicamente para volverla una causa propia?

No; no hace falta siempre que se escuche y se estudie con respeto todo lo referente a ella; así como tampoco hace falta pertenecer a una etnia, sexo, género, ni clase social para defenderla. Fourest cita a la teóloga musulmana Irshad Manji: “En una época en que cada vez más las escuelas enseñan a los jóvenes a no ser ofensivos, también han de enseñarle a la nueva generación a no sentirse tan fácilmente ofendida”. Patricia Suárez.



“Eso es extremadamente desconcertante: estábamos acostumbrados a luchar contra la censura tanto desde la cúpula del Estado como desde el ala derecha de la sociedad, y aquí nos enfrentamos a la censura desde la izquierda. Incluso es una censura que se hace en nombre del bien y del progreso. El objetivo de la universidad es transmitir exactamente lo que falta en Internet, es decir, el espíritu crítico, la capacidad de saber ordenar y contextualizar. Uno se pregunta de dónde saldrá el espíritu crítico que permita regular un poco esta pasión por el linchamiento, el espíritu de la manada y ahora el hecho de lanzar autodenuncias”. Caroline Fourtes, en artículo de Débora Campos.

No hay comentarios.: