domingo, 31 de mayo de 2020

A ver si entendí bien: ¿unos monos se metieron a un laboratorio indio a robar muestras de sangre de pacientes con covid 19? ¿Y este evento quieren relacionarlo con el argumento de la película 12 monos de Terry Gillian, so pretexto de aunar otro episodio en que, merced a la pandemia, la realidad ha superado a la ficción o, mejor dicho, la realidad ha alcanzado límites que entroncan incluso con la ciencia ficción más distópica? Según tengo entendido, en la película el Ejército de los Doce monos sería inicialmente señalado como el causante del desastroso virus que ha azotado a la humanidad, y por eso el protagonista Cole es enviado desde el futuro para averiguar sobre esta supuesta organización terrorista. Pero resulta que al final se descubre que el Ejército de los Doce monos era una organización animalista cuyo único objetivo era liberar a los animales cautivos en los zoológicos, y el verdadero culpable de desatar el virus mortal sería un asistente del laboratorio de Goines, quien no se encontraba en los registros de los expertos del futuro de Cole. Dado lo anterior, el Ejército de los Doce monos era totalmente inocente de la acusación que se le achacaba. Entonces tenemos que el paralelismo entre lo que sucede en el filme y nuestra contingencia no funciona ni siquiera a nivel simbólico, quizá solo aludiendo al escenario pandémico que ni por asomo alcanza las proporciones catastróficas de la película. ¿No estará siendo leída esta salida de madre de los monos en el laboratorio indio como otro argumento en clave viral para la tesis animalista y, en cierta manera, ecologista, de “el ser humano es el verdadero virus” (que en todo caso debería relacionarse precisamente con el planteamiento del Ejército de los Doce monos en la película de Terry Gillian)? ¿No será el pánico previo sobre esta mala interpretación del hecho ocurrido una nueva excusa para sostener que “los animales le están ganando terreno a los humanos, recuperando lo que les pertenece”?

1 comentario:

Alexander Strauffon dijo...

Con la reapertura en algunos lugares, la gente se relajó ya mucho en cuanto a las medidas de precaución contra el COVID19, y no conviene hacer eso. Confunden la reapertura con una solución ya completa del problema, y no podrían estar más equivocados. Lo peor: en muchos lugares, como aquí en México, la imprudencia y mala acción de los gobernantes combinándose con que solo ciertos sectores de la población hicieron caso y otros no les importó nos llevaron a que la situación nos rebasara. Esperar al paso del tiempo y la muy mencionada inmunidad de rebaño con todo y lo que se tarde, es lo que nos queda.