domingo, 13 de enero de 2019

Chimuelo S.A.

Tras la fama del video de la catita enterrada, un abogado de la firma CMS Carey y Allende solicitó al Instituto Nacional de Propiedad Industrial de Chile (Inapi) la inscripción, a su nombre, de la marca “Chimuelo”, todo con el fin de comercializar productos infantiles que utilicen la imagen del difunto pajarito. La inscripción, como muchos intuyeron, fue exitosa, y ahora el abogado tiene, por así decirlo, el poder sobre el nombre y la imagen del Chimuelo para su uso comercial. Lo que queda aún en discusión a raíz de esto, es que, de hecho, el apelativo de Chimuelo ni siquiera fue idea del cabro chico del video, sino que pertenece originalmente a la compañía DreamWorks, el estudio detrás del juego “Cómo entrenar a tu dragón”, en donde aparece una pequeña criatura alada con aquel nombre. Renato, el dueño de la catita muerta, le habría puesto ese nombre inspirado en la criatura del juego. Los llamados derechos de autor, como pueden ver, han resultado un verdadero lío. Y lo más cuático es que el protagonista del viral se halla ahora en el fuego cruzado de una batalla legal. La fama vuela para algunos, pero también tiene su precio. A Renato le costará la usurpación de la imagen de su célebre catita, y a Dreamworks le costará la apropiación del nombre de su criatura, que ya, a estas alturas, se le escapó de las manos, primero, con el éxito masivo del viral y, próximamente, con la creación de una nueva franquicia basada en el pájarito muerto del video. Si esto aún sirve como material de memes y provoca demasiada risa pero aún no guarda la suficiente cuota de pesadilla, solo esperen a que el fenómeno Chimuelo evolucione y alcance ribetes trágicos para todas las partes implicadas.

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