martes, 13 de febrero de 2024

He pensado que, muy en el fondo, en materia política, todos coincidimos -incluso nuestros más acérrimos adversarios- en el diagnóstico general: que "algo anda mal" en el mundo. La diferencia está en saber reconocer la naturaleza de ese algo que "anda mal", quiénes serían los responsables de dicho mal y qué hacer al respecto. ¿Cómo remediarlo? ¿Hay acaso un remedio? Y si no es así: ¿Hay una alternativa? ¿Una respuesta posible? En esa disputa es en donde discurren las más acaloradas discusiones y avatares sobre el devenir histórico.

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