jueves, 3 de agosto de 2023

Alguien verdaderamente crítico (muy pocos) ve la corrupción en el gran empresariado, en la fronda aristocrática y en los conglomerados transnacionales tanto como en la coalición de gobierno, en la clase política, en las fundaciones, en la institucionalidad y en la partidocracia. No hace vista vista gorda según sea su interés proselitista ni su anteojera ideológica. No hace diferencia entre corruptos y actúa en consecuencia. Entiende que la vida en democracia implica, de por sí, lidiar con la sombra humana del poder y reconocerla.

No hay comentarios.: