domingo, 20 de marzo de 2022

Otro fragmento más del futuro libro:

"A la salida un tipo nos seguía hablando de los poetas de los 80, de quiénes eran los mejores y de que nos hacía falta publicidad y sentido del negocio. Lo seguíamos para dilatar la noche. Frente a un café prometió difundir las lecturas, en un idioma ingenieril que no entendí. No nos invitó a nada. No había dinero. Sí había noche. Pero ya no había poesía, no porque Aristóteles España haya muerto, no porque el Premio Nacional valiera callampa, sino porque nuestra cabeza ya estaba en otra parte, así como la vida, según un poeta francés de cabecera. Entonces volvimos a casa a pie, procuré que nadie más nos siguiera, saqué las llaves, escribí esto. Llegué a la idea de que ella, brillante por sí sola, recordaría exactamente lo mismo, excepto la parte de los poetas. Medité a mi manera en la soledad de la página".

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