martes, 26 de octubre de 2021

Con una amiga de un taller decidimos que haríamos un ejercicio lúdico de escritura y lectura de sueños. Primero, relataríamos los nuestros y cada uno leería el del otro. Le dije a la amiga que este ejercicio me recordó mucho a la Interpretación de los sueños de Freud. Ella dijo que contar los suyos le ayudaría a poder entenderlos y comprenderse mejor. Esto podría leerse, de todas formas, como algo literario, y he ahí el tema. El solo hecho de relatar el sueño implica el tejido de la escritura que, a su vez, debe articularse en una narración. De modo que leeremos el contenido de nuestros sueños pero, además, su remanente narrativa, para captar cómo cuenta cada uno su experiencia onírica. La amiga empezó el ejercicio y envío el siguiente relato:

Soñé que estaba en una gran cena. Había mucha gente. Y estábamos en medio del desierto. Había muchos amigos, pero también muchas personas desconocidas, sobre todo jóvenes.

La estaba pasando muy bien, hasta que llegó una persona extraña. Tenía algo entre las manos pero no sabíamos que era, sin embargo, su voz me parecía tranquila. Finalmente se sentó en la mesa y le dieron un plato.

Seguí caminando y me senté como al final de todas las mesas. Hablaba de algo, pero no recuerdo de qué.

La interpretación que hice de su sueño fue la siguiente:

El desierto en sí mismo representa soledad pero también apertura a la experiencia, todo depende de la percepción. Si la cena fue concurrida eso simboliza generosidad. En cuanto al invitado misterioso, eso puede significar que hay alguien o habrá alguien presente en tu vida que será convidado pero aún te mantiene con la intriga.

Cabe precisar que esta interpretación, por cierto, carece de cualquier rigor psicológico, pero esa es la gracia. Hay que entender esta hermenéutica, más que como un análisis clínico de la mente del otro, como una lectura personal en clave figurada de aquellos elementos de significación que permitan otra mirada del sueño que su soñante antes no había considerado. Así, los sueños o, mejor dicho, su relato personal, acaban volviéndose creaciones narrativas en sí mismas, que trascienden el esquema psíquico. Veamos qué otras sorpresas puedan salir de ahí.

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