martes, 15 de junio de 2021

Ser absolutamente independiente de la política implica ser absolutamente "idiota", pero ojo, idiota en su sentido clásico (aquel que no participa de las cosas públicas, de las cosas concernientes a lo público, por ende, lo político). Yo, por ejemplo, soy un idiota. A lo mucho, voto. El resto, simpatizo, opino, pero no me interesa ser parte, formar parte. 

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