lunes, 25 de mayo de 2020

Cristian Warnken entrevistó al ministro de salud Mañalich el domingo. Cuestiones que subrayo: 

1.- Mañalich leyó La peste de Albert Camus más de tres veces. Para él, al país le restan dos escenarios posibles a enfrentar: el planteado en la novela, que implicaría "condenar a muerte segura a muchos ciudadanos"; o la estrategia de gobierno expresada en la llamada "nueva normalidad", que implica aislar a la población en zonas donde se sabe hay un mayor riesgo de contagio. En definitiva, muerte o nueva normalidad. 

2.- Se discutía el año pasado respecto a la eliminación del ramo de filosofía en los colegios, y para Mañalich eso está mal. Cree que hay que cavilar sobre qué mundo, y en particular, sobre qué país se quiere después de la pandemia y Carlos Peña debería ser uno de los intelectuales que pueda pensar ese Chile. Son tiempos de pandemia, y a la vez, tiempos de filósofos, repitió enfático. 

3.-El ministro estuvo a punto de morir. De chico sufrió un accidente en el que perdió el bazo y un riñón. Todo lo que vivió después para él es una yapa. Es decir, toda su vida posterior, incluyendo su puesto de ministro de salud en Chile, sería una añadidura, una casualidad asumida. 

4.- Para encontrar el equilibrio interior, el ministro se vuelca hacia la oración, y se confiesa como un “creyente tardío”. Lo más difícil, según él, sería poder "conciliar la fe en un creador todopoderoso con el darwinismo".

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