martes, 19 de noviembre de 2019

Voy caminando por el plan y de repente suena la alarma de la Onemi, igual a la de ayer. Luego, se escucha en casi todos los celulares de la gente la misma alarma de evacuación por incendio en Rodelillo. Llamo a mi madre que vive cerca, también de fondo se escucha la alarma en cuestión. Su redundancia se hace necesaria, aunque insufrible. Continúa sonando en la ciudad la banda sonora de emergencia, como si fuese un mantra de sacrificio, en el momento que avanza una nueva marcha a través de Pedro Montt. El humo de la lagrimógena comienza a confundirse con el de las cenizas que caen de los cerros. Valparaíso , señal de pánico. Carne de cañón. Patrimonio del desastre.

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