El mismo fenómeno que ocurrió con GOT ahora ocurre con Pacto de sangre: una gran masa de seguidores desencantados con el final. ¿Es Pacto de sangre acaso la nueva GOT? ¿Por qué la gente le exige finales lógicos a las series, y no se los exige a sus vidas? ¿Será que subliman las falsas expectativas de sus existencias a través del aparato de ficción? Interesante fenómeno, el de los finales infelices y su horda de detractores impetuosos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario