lunes, 22 de enero de 2018

Es raro pero siempre que necesito pensar en algo dejo la radio prendida para tal efecto, y la estación que coincide con el ejercicio oscila entre la Infinita y la Duna. En el silencio o en el ruido cotidiano las ideas o nacen abortadas o derechamente no fluyen. La música incidental colma cierto vacío psicológico, sirve de mantra o bien sugestiona a pensar en algo como efecto rebote o inspiración, aun cuando el sonido se tienda a perder y se confunda la interferencia de la señal con la del propio pensamiento. Al final buscamos ideas como quien busca entre las emisoras el estribillo de alguna canción, algún sencillo o melodía perdida en el ruido blanco del olvido. Estar en sintonía significa aquí estar aún despierto, estar "oreja".

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