miércoles, 6 de diciembre de 2017

Se cuenta que cuando John Lennon durante el año 66 planteó que Los Beatles eran más grandes que Jesucristo, causó un revuelo tal entre la comunidad cristiana que llegó a provocar protestas del Ku Klux Klan. Más tarde Lennon aclaró ​ en una conferencia en Chicago, que si hubiera dicho que la televisión era más importante que Jesús, podría no haber pasado nada. Esa frase y su consecuencia solo resultan escandalosas en su contexto. El rock and roll, en ese tiempo, se estaba masificando más que la Biblia. Hoy por hoy, esa frase no solo sonaría predecible sino que hasta redundante, de parte de una estrella de la música. ¿Será que, como le confesaba André Bretón a Luis Buñuel antes de morir, no hay nada en la actualidad que escandalice lo suficiente? Ya en el año 1993, por ejemplo, un periodista escribía en The Sunday Times que comentarios como el de Lennon "nunca podrían causar controversia, porque una actitud de desprecio a la religión se espera de todos los principales artistas de pop".

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