jueves, 3 de diciembre de 2015

Un amigo envía este clásico por correo con la siguiente frase, lógica, predecible pero siempre necesaria: "Los perdedores también pueden ganar": Me aliento a mi mismo a despertar, a seguirlo todo con la normalidad exigida, a continuar rodando la gran rueda, aun con el peso a cuestas de todo lo que pasó ayer, mucho antes, los recuerdos agradables y desafortunados debajo de la alfombra de la pieza, y también todo lo que todavía puede ocurrir y que solo existe como un deseo en ciernes, como algún hijo desconocido que no se sabe donde está o si en realidad es solo producto de la imaginación y la expectativa.

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