Una que, aunque se encuentra dentro de cada cosa, vive aislada.
Es la parte que más tememos y que no queremos ver.
Por la mañana, aterriza. A mediodía, mora.
Al anochecer, aparece, en forma de ser terrenal,
desplegando su misterioso halo de energía.
En menos de una fracción de segundos, invade en el corazón de los mortales.
Una sarcástica onomatopeya, y enseguida eres testigo de su enfermedad,
que llegas a reconocer y poseer como tuya.
¡NO ES OTRO QUE SUS PROPIAS SOMBRAS!
Entonces es cuando comienza la odisea.
él, él es el espectador ahora:
-Me sumerjo entre las sombras para penetrar el umbral de las dimensiones. Siento voces, aterrizo en un vasto espacio de la Tierra. ¡América será mi próxima parada!-.
Después del discurso del espectro, presentemos a los personajes que le suceden.
Esta vez se trata de un grupo, una tribu de seres jóvenes, en comunidad dentro de una extraña familia.
-Joven 1: ¡Ahora! Alcen todos sus vasos ¡Ahora! ¡Brindemos!
-Joven 2: Salud por los necesitados, los malditos.
-Todos: ¡VIVA!
Habla el espectro:
-Este momento es perfecto. Una escena perfectamente decadente-.
-Joven 3: ¿Quién hace tanta bulla?
-Joven 4: ¿Qué es todo esto?
-Joven 1: No importa, somos una comunidad.
-Joven 3: No te molesta si te pregunto ¿Cuál es tu reputación aquí?
-Joven 1: Soy una especie de celebridad en potencia, señorita.
-Joven 2: Oye, ven, parece que en la puerta hay alguien que te espera.
-Joven 1: ¿Quién será?
Cuando el misterioso joven camina hacia la puerta, una mancha de vacío se pinta en el camino. Abre la puerta:
-Joven 1: Señor, ¿Quién diablos es usted? De todos modos, entre, está bienvenido para disfrutar. Es toda una fiesta maldita.
-Espectro: Descuide ¿Sr. Bill?
-Bill: Con él mismo.
Enseguida se estrechan la mano, y ocurre un súbito apagón:
-Espectro: No se moleste. Vengo en busca de la joven de la casa. Está aquí, ¿no es cierto?
-Bill: ¿Para qué la quiere?
-Espectro: Preferiría no hablar de ello. Es un asunto delicado, privado. Es familiar. Con su permiso
El espectro procede a entrar en medio de la bulla. La fiesta se paraliza perpleja y luego se reanuda.
-Bill: Pero, ¿quién será ese tipo? Rosa nunca me habló de él. Algo me está escondiendo.
Bill se queja:
-Joven 3: ¿Qué pasó?
-Bill: Nada, sentí como si muriera de repente. Tengo un mal presentimiento.
Mientras tanto, el espectro se abre camino a través del largo corredor, que da hacia la pieza de la Srta. El espectro está a punto de transformarse:
-Espectro: ¿Srta. Rosa?
-Rosa: Señor, ¿quién es?
-Espectro: ¿Puedo pasar?
-Rosa: Sí, adelante.
El espectro se hace pasar por su novio:
-Espectro: ¡Soy yo, mi amor!
-Rosa: ¡Bill! ¿¡Qué te pasó!? Debo estar soñando.
-Espectro: No te emociones. Ahora déjame abrazarte y recordemos viejos tiempos. Aún es tiempo de cambiar.
La mira fijamente, a la vez que cae cautiva de un hechizo inexplicable. Ella repite ahora bajo un mantra:
-Rosa: Te acuerdas, te acuerdas de la última vez que hicimos el amor.
-Espectro: Gracias por las memorias. Éste es un momento muy interesante. De hecho, tú eres muy interesante para mí.
-Rosa: Ven conmigo (se acerca llorando).
El espectro la abraza, con una sonrisa hipócrita.
Después de horas, ya se hacía muy tarde, y Bill (el real) notó que Rosa y el tipo aún no aparecían, así que se preocupó y fue a revisar las piezas de la casa, intrigado. La fiesta en verdad había sido un real desastre:
-Bill: ¡Rosa! ¡Rosa!
-Joven 4: ¡Bill! No crees que ese tipo...
-Bill: Sí, sí, lo creo, no le digas a nadie de esto.
-Joven 4: Bill, yo creo que debe estar en el baño.
-Bill: ¡Vamos para allá!
Bill, y su amigo, fueron rápidamente a investigar:
-Joven 4: Aquí, forcemos la puerta.
Cuando entraron, Bill encontró a su novia Rosa en la ducha, con llagas en las muñecas, clara muestra de intento de suicidio. Rosa procede a exclamar:
-Rosa: ¡Bill! Di que me amas. Di que me amas maldito. ¿Acaso crees que no me doy cuenta? Eres todo un hipócrita.
-Bill: Rosa, ya cállate, por favor.
-Espectro: (Abrázalo, abrázalo).
-Rosa: Si me quieres, puto, ahora, ¡demuestra tu amor!
-Bill: ¡No seas así! ¡No seas ingenua!
-Espectro: (abrázalo, abrázalo).
-Rosa: ¡Yo no diría lo mismo!
Y Rosa se acerca a los brazos de Bill, casi como en una entrega de pasión fatídica, y se abalanza contra él, hiriéndole de muerte:
-Bill: ¡AHHHHHH! ¡Qué me hiciste!
-Rosa: Jajajajajajaja, no sabes lo que dices, jajajajaja.
Los ecos macabros retumban en la sangrienta escena del horror. Ambos enamorados desfallecen.
-Espectro: ¡Demasiado por hoy! ¡Demasiada sangre! Me desaparezco por ahora (Risas malévolas)
Unos pocos minutos después, llegan a la escena concreta los amigos de Bill, a ver lo que sucedió, entre tantos gritos:
-Joven 4: ¿Qué sucedió aquí?
-Joven 3: Esto es obra de él, ¡de él!
-Joven 4: ¡No puede ser! ¡Están muertos!
-Joven 3: ¡Fue él!
El espectro, después de esta cruel escena de desengaño, se siente satisfecho.
Se esfuma en el umbral, el mismo por donde vino, en busca de más sangre y destrucción.
Tan fugaz como una tormenta, tan siniestro como el paso del tiempo,
tan macabro como el mundo del hombre, él es GRAGKO.
Y no es otro que sus propias sombras.
CONTINUARÁ