viernes, 8 de julio de 2022

La escena clave en la serie de Obi Wan, la que sería el eslabón perdido entre La venganza de los Sith y Una nueva esperanza: la pelea entre Darth Vader y su todavía maestro, Obi Wan Kenobi ¿era realmente necesaria? ¿Agregaba profundidad o continuidad? A mi juicio, la segunda batalla entre discípulo y maestro resuelve lo que quedó pendiente de la primera: la transición definitiva al lado oscuro del joven padawan Anakin; y sirve de preámbulo para la tercera y última batalla: el quiebre total con su maestro y con su propio pasado, al punto de disolverse lo poco de hombre que le quedaba, para convertirse completamente en Lord Sith. Tras el golpe decisivo, se consagra el rito de transformación de ese yo que solía ser Anakin en ese otro (sombra) el villano oscuro que todos conocemos. Pero Anakin fue asesinado por sí mismo, por su propia sombra, y ese otro ahora ya no reconoce a su antiguo maestro, y solo desea hacer todo el mal posible, como servidor del Emperador. Sin embargo, todo mal precisa de una forma. La otredad del mal solo es mediante el enmascaramiento. Al ocultar su rostro, se vuelve temible, gana en poder y oscuridad. Por ende, no hay Darth Vader sin la máscara. El mal es la máscara definitiva.

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