lunes, 5 de julio de 2021

Covid 1984

Muchos amigos ya me han llamado desinformador y conspiranoico por difundir la idea del mundo Covid 1984, pero resulta que hay muchas señales contundentes y pronósticos de parte de personalidades influyentes, todo lo cual hace pensar en la posibilidad no muy remota de su concreción.

Por ejemplo:

Hace poco el presidente de Microsoft y el exdirector ejecutivo de Google, Eric Schmidt, alertó sobre los peligros de cara a la vigilancia virtual de la vida privada de las personas, en un documental de la BBC: "cuidado, o la vida en 2024 será como en 1984 de George Orwell". Y ojo, a cuarenta años del escenario descrito por la clásica novela.

Esto mismo –lo de la sociedad panóptica digital- fue advertido por Byung Chul Han en su artículo “La emergencia viral del mañana”. En ese texto, el filósofo surcoreano temía que el modelo Chino fuera exportado y replicado en todo Occidente, tomando como pretexto su eficacia en el control sanitario del bicho.

Por otra parte, la futuróloga Amy Webb, ha señalado en una entrevista reciente que “el futuro que trae la inteligencia artificial parece distópico, pero vamos hacia allí de cabeza”. Explica en su libro Los nueve gigantes. Cómo la gran tecnología amenaza el futuro de la humanidad que nueve corporaciones (los nueve “gigantes”) se encargarán de delinear un futuro en que el uso de las IA se vuelva transversal y coopte prácticamente todos los ámbitos de la vida humana. De acuerdo a Amy, estas corporaciones se clasifican en la GMAFIA (Google, Microsoft, Amazon, Facebook, IBM y Apple) y las BAT (Baidu, Alibaba y Tencent). China, por supuesto, entraría en esta ecuación.

A partir de esto, Webb plantea tres posibles escenarios futuros: el optimista, el pragmático y el pesimista. En los tres, China sería un actor protagónico. Solo cambiaría la forma de su intervención. Para la futuróloga, el escenario más plausible es el pragmático. En este, básicamente, China sigue moviendo y concentrando su poder, mientras Estados Unidos lucha contra las Big Tech en los tribunales internacionales y la Unión Europea regula el uso de la tecnología, de acuerdo a una agenda global. Luego, China crea One China y usa su poderío tecnológico para envolver a otros países dentro de su órbita.

Si pretenden patrullar la existencia, hay que permanecer estoicos. El último reducto de libertad sigue siendo el de la consciencia.

domingo, 4 de julio de 2021

¿Qué está pasando exactamente fuera del ex Congreso durante el día de la instalación de la Convención Constituyente? ¿Por qué la Lista del Pueblo convocó una marcha y ahora hay mambo frente a la Convención? ¿Buscan "fiscalizar" a los constituyentes? ¿Proclamarse ellos la auténtica "voz del pueblo"? ¿No se supone que ambos bloques quieren lo mismo? ¿No se supone que hay cuarentena los fines de semana? Al parecer se repite la misma dinámica de la Revolución Francesa. Por favor, que alguien me aclare el panorama, porque no entiendo nada.
La carrera del poder por las vacunas en el mundo ha desatado una verdadera “Nueva Guerra Fría”. Cuba no quiso ser menos, y con la fama de su sistema de salud pública produjo dos vacunas propias: la Abdala y la Soberana. Estas fueron enviadas a su República hermana, Venezuela. “Una nueva esperanza para Latinoamérica” sostienen algunos medios, expectantes. “¿interferirán en la geopolítica?”, se preguntan otros tantos, más escépticos. Doctores como José Moya ya enarbolan una “bandera bolivariana sanitaria”, al afirmar que países con capacidad de producir vacunas como Brasil, Argentina, México y Cuba pueden “trabajar juntos, coordinar esfuerzos, hacer transferencia tecnológica, anteponiendo así la solidaridad del panamericanismo”. Ojo, vacunas imperialistas, les llegó competencia. Parece que ya no se puede ser lo suficientemente revolucionario si no se está inyectado con la vacuna comunista.
El otro día una chica se me acercó a la altura de la Estación Viña. Era volante del Partido UPA, Unión Patriótica. Me entregó un papelito con la leyenda “Chile despertó. Ganó el apruebo popular. Debemos seguir luchando”. Me dijo que estaban levantando la candidatura presidencial del profesor Eduardo Artés. “Él ya se tiró para el año 2017, pero esta vez se trata de Refundar Chile con la clase obrera al centro” comentó, buscando adherir mi firma. “Oye, dime ¿y qué diferencias tienen con Jadue, por ejemplo? Él también propone algo parecido”, le pregunté de vuelta, a ver si podía resolver esta disputa. “Básicamente, nuestras diferencias con Jadue tienen que ver con la forma más que con el fondo. Verás, Jadue ha abordado el tema del royalty minero y la nacionalización de los recursos naturales, eso está bien, pero creemos que ha descuidado el tema de las fábricas e industrias nacionales. Además se ha puesto el parche antes de la herida al decir que no vendrá una ola estatizadora. Creemos que con Artés se conseguirá la refundación necesaria y no la “cocina” de Noviembre”. Quedé cavilando por unos segundos los argumentos de la chica, porque seguía sin poder asimilar del todo la diferencia de Jadue con Artés, quizá solo con respecto al mayor nivel de protagonismo político del primero. Sin embargo, como repetía la chica, las cosas de fondo son prácticamente las mismas. Únicamente, para ella, Artés representaría la vía efectiva hacia una Patria Nueva, Soberana, Plurinacional, democrática y con justicia social, de perspectiva Socialista. En ese momento de cavilación, iba a preguntarle a la chica respecto a la opinión de Artés sobre Norcorea, pero preferí seguir. “¿Y cuántas firmas les faltan?”, le consulté. “Ocho mil para inscribir la candidatura”, respondió. “Uf, suerte entonces. Los simpatizantes de Jadue podrían darles una mano”, dije, haciéndome el chistoso. “No sé ahí. Preferimos seguir con Artés”, replicó la chica, convencida.
¿Cuál sería la diferencia sustantiva entre Jadue y Artés, como para establecerse en candidaturas independientes, y no como un puro bloque?

sábado, 3 de julio de 2021

Se ha declarado como "constitucionalmente defectuoso" un artículo que penaliza infracciones sanitarias. El tribunal constitucional concluyó que "la aplicación del artículo 318 del Código Penal en la gestión judicial pendiente infringe el artículo 19, Nº 3º, inciso 9º de la Constitución" ya que "ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en ella”. Ojo aquí, progresistas. Una infracción sanitaria no puede jamás equivaler a una sanción penal, y eso es lo que no entienden muchos sujetos que han aprovechado la pandemia para ejercer su reprimida vocación de comisario. Quienes se dicen defensores de los derechos humanos, debieran defender este acierto sin dobleces.

Hipotética última entrada

Y bueno… se acerca el fin. Supongo que sería todo. Mirar hacia atrás no vale. Veo a la muralla blanca; el blanco era la nada, pero sobre ella se puede escribir algo, algo que todavía no tiene nombre. Nada que decir. Nada que perder.

viernes, 2 de julio de 2021

Las lecturas del Ricardo Palma Salamanca redimido, ex frentista: “con Viaje al fin de la noche de Celine aprendí que una persona no puede ser evaluada sólo por su postura política, porque si bien él era colaboracionista y medio turbio, es indiscutible que alcanzó una inmensa calidad literaria”; leyendo Radiaciones, de Ernst Jünger, que fue soldado del ejército alemán, me encontré con un autor que se permitía ver la vida desde distintas fronteras y convertirse en varias personas, sin quedar atrapado en una sola”.

jueves, 1 de julio de 2021

“El lenguaje es un virus del espacio exterior” decía William Burroughs. Y, sin embargo, para este, aún no existe vacuna conocida.
“Piensa en los políticos de tu país. Piensa en la farándula. Piensa en cómo ellos se conocen. Piensa en cómo se forman los nexos del poder. Cómo toda esa gente, aun desde espacios políticos opuestos, actúan, en el fondo, como si fueran una casta. La izquierda, la derecha y sus derivados, déjaselos a los pendejos. Está claro que esta gente tiene conexiones, y a pesar de que por televisión debaten y se gritan, en el fondo, son una casta”. Dross, en video “El testigo del Mal” sobre Jeffrey Epstein.

miércoles, 30 de junio de 2021

“Vale la pena ponerse en esta actitud de no creer en las certezas, en las épicas, en las narrativas, como dicen los siúticos, en los relatos, en los dogmas, en las doctrinas. No crea en ninguna huevada. Piense, sin certezas”. Fernando Villegas, sobre el libro Pensar sin certezas. Montaigne y el arte de conversar de Jesús Navarro Reyes.