lunes, 15 de junio de 2015



Desocupado como los dioses, pero con todas las veredas por delante, como los animales de la esquina, las viejas preguntas calan como frío en el sentido. Cuando pasa eso, solo resta preguntarse si cuando estemos realmente preparados, si cuando solo reste volver de donde siempre venimos, la misma puerta, el mismo libro abierto a medio leer, la misma boca a punto de ser mordida, a punto de acometer la misma promesa reciclada, las palabras que hemos dicho para pronunciar todo eso no se hayan gastado como la moneda que perdió su troquelado de tanto apostar al mañana, de tanto darle a la ruleta solo para que el Lunes no vuelva a ser el primero de nuestros últimos días...

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