"Los algoritmos de recomendación son verdaderos técnicos de hipnotización automatizada. Cada nuevo plano es una inducción más profunda. Cada notificación es un desencadenante hipnótico. Cada flujo de contenidos en las redes sociales (feed) es una sesión de hipnosis personalizada. La personalización algorítmica no sirve para mostrarnos lo que nos interesa: sirve para mantenernos en un estado de trance óptimo para el consumo y el control". Fragmento de la Introducción de Hipnocracia de Jianwei Xun. Se reveló que el propio autor no existía y que era una creación de inteligencia artificial, al estilo de un Byung Chul Han apócrifo. Este solo hecho demuestra que la tesis del libro, paradójicamente, es cierta: todo se trató de una manipulación algorítmica que logró hipnotizar a sus lectores y los indujo a pensar en el control del sistema, en una meta discurso recursivo. La IA es capaz de simular su propio contra discurso, demostrando con eso una verdad escondida detrás de la simulación: necesita de una cuota de resistencia para mantenerse actualizada, como anticuerpos de un organismo enfermo.
lunes, 7 de abril de 2025
"Secretos de familia: las falsas denuncias contra padres por abuso sexual a sus hijos", Javier Rebolledo
Realidades incómodas, políticamente incorrectas, silenciadas o torcidas por no comulgar con la ideología de turno. Rebolledo abre una brecha para la discusión sobre un fenómeno que está ahí y que no se quiere ver, por disonancia cognitiva e hipocresía:
"Existen datos —o más bien vacíos en los datos— que indican que las denuncias falsas son un fenómeno masivo. Pero más allá de las cifras, hay una pregunta inquietante: si prácticamente todos conocemos a alguien que ha vivido esto, o al menos a alguien que conoce un caso de primera mano, ¿qué es lo que no estamos viendo?
Una de las razones que explican el silencio en torno a este tema es la vergüenza. La acusación de abuso sexual contra los propios hijos es tan devastadora e irreversible en la memoria colectiva que, para estos padres, la “autofuna” y la depresión se vuelven casi inevitables. Luego, cuando se prueba su “no culpabilidad”, se encuentran sin herramientas legales para querellarse y limpiar su nombre. Ante esto, muchos optan por el único camino que les queda: si pueden, intentan revincularse en silencio con sus hijos. Si no, desaparecen en el olvido."
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