miércoles, 30 de marzo de 2016

El nuevo nihilista


Se identifica de inmediato cierta clase de alumnos. Uno de ellos, sentado siempre en la esquina del fondo a mano izquierda de la sala, solitario, alejado del resto de sus compañeros, estratégicamente, haciéndolo parecer involuntario. Se le pregunta por qué se sienta tan al fondo. Responde sin más: "aquí estoy más cómodo que allá adelante" (misantropía temprana). Siempre responde lo que tiene que responder antes que el resto, de una forma casi mecánica pero eficiente, contradiciendo casi siempre el parecer del resto del curso, (crítica compulsiva) incluso desafiando ciertas partes en que el contenido suele tomar una deriva demasiado subjetiva. Ante ello, el alumno del fondo solamente dice: "No me parece". (escepticismo prematuro). No lee nada de lo que está en la pizarra. Rehúsa cambiarse de puesto. No hace más allá de lo que se le pide. "Preferiría no hacerlo", parafraseando a Bartleby. Participa solo para contradecir. O, en su defecto, para molestar y reírse. Ese alumno representa otra cosa. Cada cierto tiempo aparece por lo menos uno de su generación. Ese alumno es la viva imagen del nuevo nihilista. (Lo sé, perfectamente. Porque estuve a punto de ser uno. Sin embargo, aquí me tienen. Enfrente de la sala. Vistiendo el predecible disfraz del líder).