viernes, 25 de marzo de 2016

Quo Vadis?

Donde la familia al ver una de las películas religiosas que abundan en la parrilla programática durante estos días, uno se da cuenta que no todo tiene que ser necesariamente un culto ciego y ferviente, ni tampoco su lado opuesto, una apostasía ingenua e irreflexiva. El cine ofrece una visión laica, libre de dogma, bajo la visión secular del celuloide. Antaño disfrutábamos de esas películas por la tarde sin siquiera prestar mucha atención a esa camada de fanáticos que ven en esa fecha un momento de renuncia y de luto. 

Con la película Quo Vadis?, por ejemplo, pasaba que el drama estaba, más que basado en la vida de Jesucristo, centrado en el Imperio Romano durante el conflicto entre el paganismo reinante y el cristianismo clandestino. Nerón componía poemas mientras esperaba a Marco Vinicio para que le informara sobre las legiones romanas que venían desde África y Asia. Este último luego conocería a Ligia, una romana convertida al cristianismo, de la cual queda enamorado. 

Una noche ocurre un encuentro entre Vinicio y Ligia. Él le observa mientras traza la figura de un pez en el jardín de su aposento. Se acerca a ella buscando seducirla pero sabe que él es pagano, que no hay posibilidad de que una cristiana recién conversa pueda llegar a amar a un pagano. Él insiste en su cometido, sin embargo, Ligia es irrenunciable en su creencia y huye. De esa forma Vinicio conduce toda una caravana en su búsqueda, y en ese viaje comienza a descubrir de a poco los misterios de esa extraña religión bárbara, surgida bajo las sombras del Imperio Romano. Vinicio acude con un oráculo griego y este le informa sobre el pez que su amada Ligia dibujó. El pez como la clave para el encuentro con su amor imposible; el pez, al mismo tiempo, como símbolo de ese nuevo culto monoteísta. El pez asociado al pescador San Pedro, uno de los principales discípulos del nazareno. 

Cuando Marco Vinicio logra encontrarse con Ligia, luego de un enfrentamiento, ambos no pueden evitar sentir atracción. Pese a esto, la diferencia entre sus creencias es demasiado grande. Vinicio mira con recelo a Pablo el apóstol en su misión de liberar a los esclavos, y regresa a Roma desencantado prometiendo no volver a molestarlos.

Más adelante, la historia se complica. Ocurre el incendio de Roma supuestamente provocado por Nerón. Luego el emperador culpa a los cristianos de semejante osadía. Ligia, sus padres y Vinicio son arrestados. Después son llevados al circo romano para regocijo del pueblo. Sin embargo, allí logran liberarse y en un arranque de misericordia la plebe romana pide que vivan. Ante esto Nerón enfurecido ordena liquidar a los cristianos. Pero finalmente no logra su cometido. 

Todo acaba con el suicidio de Nerón secundado por su esclava Actea, y el amor entre Ligia y Vinicio, junto con la liberación de los cristianos y el cumplimiento del vaticinio de Pedro, quien antes de salir de Roma escuchaba la voz de Jesús al cual le preguntaba ¿Adónde vas? y le conminaba a volver con su gente, su rebaño. En la película, la voz del nazareno aparecía solo como una señal divina, inmaterial, algo así como el maestro jedi al unirse con la Fuerza y aconsejar a su padawan. Ese padawan era nada más y nada menos que San Pedro, el pescador, el auténtico cristiano. Aquel que luego se sacrificaría por mantener vivo el legado de su señor. 

Durante estas fechas al comer pescado no se está solo buscando una alternativa comercial a la carne roja, sino que se está literalmente comiendo un símbolo importado por el cristianismo. Aquella religión que, de acuerdo al filme, alcanzó su triunfo de manera subrepticia, boicoteando la decadencia del Imperio Romano. La iglesia católica, en realidad, no sería otra cosa que su sombra. El cine, demostrado en la historia de Quo Vadis?, está ahí para ponerle play a la fábula, y hacer un poco de reversa, de memoria. Para revisitar el mito, volverlo carne en la visión.