sábado, 7 de julio de 2018

El fundador de Beatlemanía, Mario Olguín, contaba ayer, en un concierto en el ex teatro Velarde, que la primera vez que decidió armar la banda fue cuando vio la película Help en el mismo teatro a fines de los años ochenta. "Fue una revelación. Nunca había visto a los Beatles a color. Era equivalente a verlos en vivo". En ese entonces Olguín, oriundo de Quilpué, era profesor en la Universidad de Chile. Mientras seguía recordando, dijo que cuando vio Help, algo le hizo clic. "Era o armar la banda y perseguir el éxito o seguir haciendo clases". Desde la galera, antes de comenzar el próximo tema, se oía decir: "aguanten los profes". Unos cuantos aplausos abajo y arriba. Pero cuando otro loco del público gritó "aguante los beatles", la ovación fue, a todas luces, unánime. El tema que sonó después era "You re gonna lose that girl", el mismo que sonó en la película vista por el propio Olguín treinta años atrás, a modo de revival. El feeling también era el mismo. Un amigo de Quilpué decía, al notar la masiva concurrencia al show, que la música de los Beatles era quizá la única que conseguía ese efecto transgeneracional. Estábamos de acuerdo en que Beatlemania no eran, como se suele creer, una simple banda tributo, sino que "un puente entre los de Liverpool y las nuevas generaciones". Con esa idea en mente, salíamos por la puerta trasera, antes del último bis. Al terminar el show, una bruma inundaba la plazoleta del centro, una bruma en la que se confundían las parejas con sus idilios amorosos, los abuelos con sus recuerdos melómanos, y los chicos con su ritmo juvenil.