sábado, 6 de enero de 2018

Se cuenta que un día 2 de enero de 1948, el día que murió Vicente Huidobro, el poeta despedía el mundo con tres palabras para la pintora Henriette Petit, que lloraba en su lecho de muerte: 'Cara de poto'. En su epitafio, en cambio, versan las siguientes líneas: "Abrid la tumba, al fondo de esta tumba se ve el mar." Aún no se dimensiona la implicancia de esa diferencia de estilo para la poesía del futuro. La diferencia radical entre esas palabras coloquiales al momento de la muerte y esos versos solemnes para después de la muerte. O tal vez esa diferencia, al final de la vida, no es tal, y lo único que sobrevive es el lenguaje haciendo de las suyas, comunicando su propia condición arbitraria.