jueves, 25 de mayo de 2023

Adiós, Tina Turner. Parte la Reina del Rock

Hay una película del año 93 sobre Tina Turner, "What's Love Got To Do With It", protagonizada por Angela Bassett, en la cual se retrataba la dura vida de la cantante, a raíz de una relación violenta y tormentosa con Ike Turner, su exesposo. A treinta años del filme, la "Reina del Rock" parte y deja un testimonio artístico de su herida profunda y, a la vez, de su virtuosa creación. Puede que su obra más sonada sea aquella que se usó como banda sonora para Mad Max: "We Dont Need Another Hero", una canción plena de pathos y de un sentimiento de voluntad ante un escenario distópico: "No necesitamos otro héroe/No necesitamos saber el camino a casa/(...) Entonces, ¿qué hacemos con nuestras vidas/¡Dejamos sólo una marca!/¿Nuestra historia brillará como una luz?/¿O terminará en la oscuridad?". Uno al escuchar este tema piensa de inmediato en el futuro como en Mad Max, y en una resistencia férrea armada hasta los huesos, ante la inclemencia de la historia y sus infinitos reveses. 

Sin embargo, la canción más memorable y sentida por todos es aquella que representó su sentimiento más íntimo: "What's Love Got To Do With It". Hay en el tema unas líneas muy decidoras: ¿Quién necesita un corazón, cuando el corazón puede ser roto?, y es que después de conocer la historia de la cantante la letra cobra un nuevo sentido. A la larga, el amor, ese amor que todos en algún momento sentimos, duele más que la cresta, duele sobre todo cuando agrede de manera absurda, y esa agresión viene de la persona que decía amarte.

Pese a todo, creo que es un error cerrarse del todo a la posibilidad abierta de un nuevo comienzo. La vida te machaca pero te atraviesa, y se vive a través de ella y pese a ella misma. En lo particular, prefiero haber quedado hecho bolsa en materia amorosa que constatar que nunca fui deseado, o que nunca llegué a experimentar alguna clase de deseo o sentimiento genuino por alguien. El que no haya vivido, al menos, durante unos instantes, esos momentos, no es capaz de concebir el éxtasis creativo que sucede a la experiencia del amor, con todas sus mieles y sus furias.

En fin, Tina, como artista sensible, lo comprendió todo y vivió de la única forma que se podía vivir: con garra.

Nunca necesitamos héroes, solo nos queda nuestra palabra, nuestro arrojo y nuestro corazón en las cosas.

Adiós, Reina del Rock.

Hay un alumno llamado Dante, al cual siempre le digo "Dante Alighieri". Parece sentirse halagado. Cada vez que lo saludo, menciono el nombre del florentino. El otro día, el cabro me detuvo en el patio para contarme algo: "Profe, el médico también me llama Dante Alighieri", confesó. "Soy famoso", concluyó. Le aplaudí al paso, brevemente, como quien aplaude a una figura reencarnada. ¿Fue la mención a su fama irónica? ¿O la proyección del florentino en su persona lo que me motivó a aplaudirle? Hay un punto en que el nombre se hace indistinguible del símbolo. ¿Será acaso el colegio, para este cabro, un infierno o un purgatorio? Puede que solo saliendo de él, llegue a saberlo.