martes, 7 de abril de 2020

Piñera es fotografiado bajo la estatua en Plaza Baquedano, muy campante por la tarde, bajo el contexto de cuarentena. De inmediato, personeros políticos reaccionaron a la escena, algunos indicando que se malinterpretó su paso “casual” por esos lados; otros, saliendo a hacer una crítica descarnada, denunciando el hecho como una abierta provocación a la gente común encerrada por miedo y obligación, en un narcisista ejercicio del poder, poco menos que un secuestro del espacio público que ahora era tomado por asalto por el enemigo número uno. Pero lo más insólito de todo fue que, a raíz de tan polémica fotografía, circuló por redes sociales un supuesto fragmento de Cien años de soledad, en donde se retrataría un episodio muy similar al vivido hace unos pocos días. En el supuesto fragmento se deja leer: “Cuando la cuarentena había aplacado las protestas sociales contra una gestión que privilegiaba a los patrones de las grandes plantaciones, Aureliano Buendía detuvo su carruaje y se fotografió en la plaza icónica de la protesta social. Mefistófeles sonrió". El que no haya leído el libro o no recuerde mucho sus pasajes puede verse de inmediato confundido y, al mismo tiempo, influido por tan atractiva y conveniente asociación, sobre todo por el hecho de que en la novela también se hacía efectivamente referencia a una peste y a una cuarentena. Pero cualquiera que lea con un poco de detenimiento y análisis puede percatarse de que el estilo del fragmento está a todas luces intervenido para que calce con la situación vivida en la tan laureada Plaza de la Dignidad. La saturación del encierro por cuarentena, o su consecuente locura de comunicación, ha traído a la red otro mutante: la cita falsaria, surgida a la par con todo el antagonismo político que ha comprometido esta batahola sanitaria. A diferencia de aquel extracto desafortunado, que solo viene a consolidar una vez más la ya tan consabida fama (o mejor dicho, infamia) mediática del presidente, se ha citado un fragmento de Cien años de soledad, (a propósito de la cuarentena y su efecto en el sistema), que efectivamente es real pero que se corresponde perfectamente con el estado de cosas, y su significación en medio de la crisis: “Tan eficaz fue la cuarentena que llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse (…)”. Una cita auténtica que sí rima con el contexto (más allá de la sátira política) y que, por lo mismo, resulta mucho más reveladora, incluso espantosa. Es cosa de releer la cita y pensar en lo siguiente: “la situación de emergencia se tuvo por cosa natural”.
Con o sin virus, ser humano sigue siendo una pandemia.