viernes, 3 de abril de 2015

En la calle la gente comprando crucifijos y huevitos de pascua, pero ya nadie se la cree de verdad. Sigue siendo todo tan pagano como cuando salieron de sus trabajos a medio día para no perderse la película bíblica de la tarde. Se extraña al judas quemado de los cerros. Al menos lo que comprabas con esa plata venía de las cenizas. En los colegios la típica representación de Jesucristo Superestrella, en la que el profesor debe muy a su pesar hacer del crucificado. En el mercado la venta de pescados por doquier como si fuese alguna clase de milagro o únicamente un truco. Por las noches, los pubs haciendo rebajas y ofreciendo shows acordes a la fecha. No faltarán los que se crean salvadores. No faltarán las Marías Magdalenas. Quién se puede llamar todavía cristiano, sin antes pensar en el lunes como si se tratase de una cruz. No es tanto si creen o no. Es que hacen como si no existiera. Otro fin de semana largo, para luego resucitar y, por supuesto, producir ¿En qué creen nuestros creyentes? En salvarse del aburrimiento capital....