miércoles, 8 de noviembre de 2023

Algo rico del pololeo es la creación de un lenguaje íntimo cuya hermenéutica solo está reservada a sus integrantes. Una especie de erotismo clandestino, un contrabandismo sentimental en la elección de las palabras y el tono. Emular de pronto, por ejemplo, el sonido de un pajarito y luego el de un perrito, durante el acto, para así, al amanecer, repetir en talla, hormonalmente, las frases típicas del otro. Sin embargo, el lenguaje de la soledad también tiene reservadas sus insinuaciones y sus misterios. Me consta. Se recrea uno constantemente en la posibilidad, no solo de leerse, sino que de leer al otro en su desnudez y en su ocultamiento.