domingo, 9 de abril de 2017

Un titular de una página señala que ISIS ataca iglesias en Domingo de Ramos y mata a decenas de cristianos en Egipto. En Valparaíso, mientras tanto, la Catedral les abre la puerta a sus feligreses. Venta de ramos por doquier le hacen la pelea a los libros y a los enseres para la casa. Queda claro que para una parte del mundo, la religión significa la guerra; para la otra, en el otro extremo del globo, significa una oportunidad para comerciar. El día Domingo entonces se halla a medio camino entre la guerra y el negocio clandestino. En el intersticio entre ambos, todo el resto de la población camina incrédula, desocupada.