martes, 3 de abril de 2018

2001, 50 años.

1.- La película no estaría basada en la novela homónima de Arthur Clarke. Esta última fue escrita en paralelo al filme y, de hecho, publicada después del estreno. Kubrick habría rescatado El centinela (1948) de Clarke para la adaptación. 

2.- El monolito no era originalmente una loza negra vertical, sino que una estructura translúcida piramidal. Esta última forma pertenece al relato El centinela. La forma negra aparece en la novela de Clarke, y se sitúa en la Luna. Este sería el monolito definitivo de la película. En cambio, la forma translúcida de El centinela solo vuelve a replicarse en la novela cuando se aparece frente a los homínidos. 

3.- Las razones de la actiud destructiva de HAL 9000 son diferentes en la novela. En la película, el superordenador pierde los estribos y sabotea la misión, pero se apela a una suerte de "instinto humano" ingente que comienza a aflorar, convirtiéndose así en el primer asesino informático de la historia (del cine). En la novela, en cambio, el colapso de Hal se debe a una paradoja informativa: ha sido programado para comandar un viaje a Júpiter, por lo que no puede revelar el objetivo de la misión a ninguno de los pasajeros humanos. Sin embargo, tampoco les puede mentir, por lo que cae en la entropía y comienza a matar descontroladamente, perdiendo su programación inicial. Kubrick era más nihilista en este sentido respecto al futuro de la inteligencia artificial. Clarke, más optimista, al explicar el caos solo bajo un error de ingeniería y no una naturaleza. 

4.- El paisaje del capítulo inicial El amanecer del hombre tuvo lugar en Namibia, África, en el parque de Spitzkoppe. Pero solo el paisaje, porque la escena de los homínidos nunca fue ahí, sino que en en un estudio de la Metro Goldwin Mayer, Inglaterra. De hecho, Kubrick nunca llegó a pisar Namibia. Toda la escena del encuentro del monolito con los primates, con la música de Strauss sonando de fondo, no fue más que una proyección, una ópera virtual. 

La cuestión era bien simple: Clarke explicaba lo que Kubrick solo mostraba. A Clarke le interesaba la narración. A Kubrick, únicamente, la poesía, la evocación.
Hay instantes en que uno se impulsa a querer lo que hace, pero solo instantes, dentro de una cadena general de tedio y de rutina. Quizá solo el efecto de la endorfina después de la ducha y el almuerzo. Instantes como estos, en que el depa permanece vacío, la pieza se inunda de frío, de humedad, echo un montón de pruebas y trabajos sobre la mesa del living, y lo único que se escucha es el sonido del agua hirviéndose en el hervidor eléctrico.
Nueva tesis en un caso digno de True detective: Matute Johns en realidad habría sido drogado con una "Hoja de Parra" por supuestos agentes de poder que habrían abusado sexualmente de jóvenes no solo en La Cucaracha sino que en otros lugares. Se vuelve a abrir la caja de pandora de este policial negro. Caen presuntos sospechosos. Otros tantos reclaman inocencia querellándose. Nuevos demonios reaparecen. Reacción en cadena, como el propio nombre de aquella extinta banda que integrara el involucrado.