domingo, 10 de julio de 2016

Lo único que de verdad he escrito últimamente han sido libros de clases. Nada extra pedagógico que resulte realmente provechoso, puramente anotaciones, leccionarios, planificaciones, etc, todos géneros textuales que aborrezco, a excepción de una que otra frase al voleo. Eso es todo, por ahora. No me culpen, es fin de semestre. Dirán que son excusas, pero mentalmente no se deja de escribir. Es solo que la pedagogía ha monopolizado las ideas. Y temo que llegue también a monopolizar la vida.