sábado, 11 de octubre de 2014


Cuando Neo le pregunta a Morfeo que si él llegase a morir en el mundo de la Matrix podría acaso sobrevivir en el mundo real invadido por las máquinas, Morfeo le responde: "El cuerpo no podrá vivir sin la mente". Si uno llevara esa afirmación al plano de la virtualidad, podría acaso declararse oficialmente muerto en la Red y por otro lado permanecer vivo, despierto, fuera de allí, digamos, en el mundo "real"? Leibniz reflexionaba sobre la responsabilidad moral de conocer la realidad ¿será tan importante al fin y al cabo saber distinguir entre la pastilla roja y la azul? ¿Qué es aquello tan urgente que nos lleva a elegir entre una u otra decisión? El destino, el espíritu, alguna clase de esencialidad de nombre rimbombante? El punto es que algo permanece entre los dos mundos provocando que la decisión sea irreversible... en el hipotético caso que muera para la red, no puedo seguir siendo el mismo en el mundo que concebí como real... en cambio, si muero por fuera, es decir, realmente, la Red no advertirá el suceso al menos que acuse falta de actividad... no es sino una inmortalidad simulada, puesto que continúa siendo un montón de datos en constante programación... Ese es el vicio y la virtud de la decisión: Siempre se pierde algo, siempre dejo atrás una posibilidad, pero así como la mujer de Lot, no se puede mirar atrás sin antes quedar petrificado para los tuyos en ese mundo en ruinas... muero para la red y me pierdo la aventura de la ficción, muero realmente y no hay garantía de que vuelva a lo que fui ni que llegue a ser lo que podría llegar a ser.