jueves, 24 de agosto de 2023

Conjunto de poemas que formarán parte de un hipotético poemario, con temática de desamor y conflicto político: "Asonada". Lea, camarada de letras:

La Gran Conspiración

¿Qué pasaría si te dijera que todo fue una pura mascarada y que hay mucha más opacidad tras el tejido de los sueños?
¿Que detrás de los ideales que seguimos con tanta insistencia, estaban los mismos que financiaron el sistema que combatimos?
¿Que aquellos rebeldes que creímos incorruptibles, escondían su propia agenda secreta y servían a intereses todavía ocultos al profano?
¿Que detrás de cada supuesto despertar se sobrepuso otra ilusión que procuraba mantenernos en un estado de sonambulismo, divorciados de la propia consciencia?


No hubo, no hay, no habrá

No hubo nada más utópico que nuestro pasado.
No hay nada más real que nuestro presente.
No habrá nada más distópico que nuestro futuro.


La peste

La peste llegó después de un estallido
como metáfora de nuestra ruptura
un quiebre institucional de nuestros sentimientos
trama de pánico, desengaño y disolución.
En mi corazón ya no hay patria
en el tuyo, solo la bilis y el caos.


Asonada

Hace tres años fue abortada nuestra promesa
Hace tres años fue evadido todo significante
Hace tres años fue extinguido el tiempo
se perpetuó la bilis y se propagó la peste.
Hace tres años no hubo sacralización
Hace tres años fue usurpado el espíritu
Hace tres años fue disuelto el sentido
El palacete y la estatua de los significados
Se quemó la ciudad y con ella el alfabeto de nuestra historia.
De nada sirvieron las palabras conjuradas en la noche
De nada sirvieron los rituales al fulgor de la belleza
Demasiado sudor nos empañó el destino
Demasiada pasión nubló la intentona
Por revertir el curso satánico del poder
Miramos a sus ojos y las grietas de su espejo
Penetraron en nuestra mirada
Ebria de ánimo disolvente
Tuerta de tanta redundancia
De tanto vigilar al adversario en las calles
De tanto alentar la dialéctica en las sombras
De tanto impulsar la inquina, a diestra y siniestra
y escarbar entre los muertos
Para profanar, una y otra vez, el grito de la eternidad.


Caímos en la trampa de la consciencia alienada

Caímos en la trampa de la consciencia alienada
hicieron de nosotros pura carne de cañón,
nos transformaron en la marioneta de algún titiritero
escondido entre sombras conspirativas.
Al momento de tomarnos la mano
marchando por esas calles desvencijadas
entre consignas, rimas inútiles y disonantes
estábamos sellando la trama de la discordia.
Nunca hubiéramos podido intuirlo:
una parte de nosotros quería quemarlo todo
pero la otra se aferraba a los viejos esquemas
Asustados, hicimos del otro la proyección de nuestra más profunda carencia.
Y a eso le llamamos amor. Y a eso le llamamos poesía.
¿Cuál será el final de esta obra difusa? ¿Cómo sigue la farsa?
¿Quién leerá nuestros lamentos e imprecaciones,
cuando las páginas sean consumidas por su propia combustión?
Caído el relato, caída la máscara
Ya no hay calle de regreso,
ya no hay página de sangre
solo nos queda el rostro descubierto
y una mentira insolente
que reclama justicia.


Octubre

Una casa figura quemada
En el fondo de la noche
Es la recurrencia fatal
Es el mito incendiario
Del fin de la historia.
Un país ardía
Mientras nuestros cuerpos
ardían de placer
Demasiado ebrios en su disolución
Y nunca alcanzaron a adivinar
El futuro, el quiebre, la plaga.


Que la poesía nos absuelva

En nombre de lo que fue y lo que pudo ser, querida, que la Poesía nos absuelva
(no así la Historia ni su mitología)
De lo contrario, vivamos en la infamia por siempre
y caigamos en el olvido eterno.