domingo, 20 de febrero de 2022

¿Cómo se explica que existan anarquistas de izquierda y liberales de derecha que se opongan al pase de movilidad? A simple vista, podrá parecer contradictorio, dado el color político, pero, en el fondo, ambas corrientes coinciden en la defensa de la libertad a ultranza frente a un Estado que avanza imponente con la excusa del bicho. Tras una movilización en el centro de Viña, por ejemplo, había un rayado que decía: “el verdadero virus es el sistema”. En este caso, el discurso antisistémico de corte anárquico puede comulgar perfectamente con el activismo anti plandemia. No hay inconsecuencia en ello. Así, podemos ver en ese mismo grupo a sujetos que piden la liberación de los presos políticos de la revuelta y a sujetos que defienden el Convoy de la libertad en Canadá. En cierta manera, resulta estimulante pensar que la crítica a la plandemia puede ser transversal a la maniquea visión y convocar a gran parte de la ciudadanía sin importar sus inclinaciones.
A veces, hay cosas más duras que las palabras. Ser estoico. Pronunciarse o no.