jueves, 14 de diciembre de 2023

Luis Castillo, uno de los reos indultados por el presidente Boric, fue detenido hace poco por presunto secuestro. La sola detención de este sujeto revela dos cuestiones sobre las que vale la pena discutir, aunque eso genere rencillas: primero, la legitimidad del indulto, facultad ejecutiva con resabios monárquicos, otorgando demasiado poder a un mandatario, incluso por encima de la justicia; y segundo, la errónea "romantización de la delincuencia" que lleva a negar su realidad y su impacto en la población, sobre todo cuando queda patente la existencia del "lumpen", esa masa amorfa, desarticulada, que hace de las suyas de manera anárquica, en medio del caos generado, en el contexto de las protestas sociales. 

Lucy Oporto ya había hablado sobre el "lumpenconsumismo", en referencia a los saqueadores a mansalva, aunque, en este caso, se trata lisa y llanamente del lumpen delincuente, sin agencia, sin otro fundamento que el vicio, el desarraigo y la disolución. Nuestro malogrado "insurrecto" Luis Castillo es, bajo esta mirada, un tipo con un alto prontuario policial y, a su vez, otro enajenado representante del Chile sórdido. Así como "los de arriba", psicópatas con poder, aplastan los límites de la sociedad civil, también "los de abajo", los enajenados y los fracasados del sistema, amenazan a su propio prójimo, carentes de cualquier atisbo de consciencia (¿de clase?). 

Decía Luis Castillo en un video viral que circuló justo después de su polémico indulto, con sumo cinismo: "A todos mis hermanos que siguen presos, que no claudiquen, porque donde exista miseria habrá rebelión, donde exista desigualdad habrá insurrección. Porque los insurrectos no nos calmamos, no descansamos, damos la vida por la causa".
Todos se preguntan de manera viral qué es un hombre que resuelve, pero nadie ha hecho las preguntas metafísicas verdaderamente importantes: ¿Qué es ser un hombre? ¿Y qué es lo que se supone debe resolver o debe ser resuelto?
Este año que viene "resolveré" no ser tan condescendiente con quienes no lo merecen y también "resolveré" abrirle la puerta a quienes aporten con mirada crítica pero constructiva.