jueves, 21 de marzo de 2019

Las autoridades del Colegio Jahve Nisi de la Región del Biobío atribuyeron a una manifestación del "Espíritu Santo" el hecho de que un grupo de casi diez alumnos se desmayaran en el primer recreo de la mañana. No se trataba del ayuno, ni de la deshidratación ni del exceso de actividad física. Era solamente el santo espíritu manifiesto en estas jóvenes almas cristianas. La sostenedora, Natalie Fernández, afirmó que los chicos, luego de una oración grupal, se arrojaban al suelo emitiendo sonidos extraños y palabras emitidas "en otro idioma". Fernández aseguró que eran cosas que pasaban a menudo en los cultos evangélicos y que se trataba de un verdadero milagro. Fue tanta la dicha de la sostenedora que el lunes emitió un comunicado a la comunidad educativa, en el cual decía que lo ocurrido fue “una bendición”, permitiendo a los apoderados ir a ver a sus alumnos y ser testigos de este evento tan espiritual, inclusive pensando en trabajar en un protocolo escolar en caso de futuras apariciones. Los de la Seremi de Educación dijeron estar "en shock". Fernando Peña, el seremi de Bío Bío, señaló que al ser un colegio confesional, las familias adscriben a éste y profesan una religión en la cual estas circunstancias son parte de su fe. No deja de ser inaudito, en todo caso, el hecho de que bajo el manto de una determinada religión, cualquier suceso o extravagancia considerada como sagrada pueda justificarse de acuerdo a la política interna del establecimiento, eso, suponiendo que el Estado reconoce todavía libertad de culto, no necesariamente católico. De ser así, hasta se podría alegar que los problemas disciplinares dentro de determinada institución corresponden a posesiones demoníacas y haya que llevar a un exorcista para poner el debido orden pedagógico en nombre del Señor.
Los últimos comentarios a Don Omar Ernesto Vega tenían que ver con un par de publicaciones suyas relacionadas con la física moderna y el cyberpunk. En la primera Don Vega discutía, -parafraseando sus propias palabras-, que desde que los orates de la mecánica cuántica y la relatividad cambiaron los paradigmas a principios del siglo XX, la física clásica se había perdido en sus matemáticas, conclusión a la que pudo llegar a través de su lectura de un libro llamado "Perdidos en las matemáticas" de Sabine Hossenfelder. Ante mi completa ignorancia en materia de física, le dije que, pese a conocer únicamente lo básico, el trasfondo filosófico del asunto científico me fascinaba sobremanera. En la segunda publicación, el mentado escritor e ingeniero sostenía la idea de que el cyberpunk corría el riesgo de desaparecer si no actualizaba sus elementos "ochentosos", idea que compartía plenamente, señalando en un comentario que la Blade runner 2049 de Villeneuve se proponía como un intento por actualizar aquel imaginario ochentero un tanto caduco, agregando elementos más ad hoc a nuestra época, como lo era la creación de compañeras virtuales para el agente K. Quedé con ganas de mencionar a Black Mirror como un referente de la nueva distopía virtual, no sé si tan cyberpunk, pero al menos servía para contextualizar dicho nuevo escenario. Estos dos comentarios ilustran de forma muy somera el calibre de las publicaciones de Don Omar Ernesto Vega, siempre orbitando en torno a la vanguardia científica y tecnológica, a la ciencia ficción más dura y a puntos de vista contrarios al progresismo imperante, puntos de vista no necesariamente reaccionarios, como le hacían ver sus detractores, en alguna de las tantas polémicas a las que asistía no tanto por un ánimo bélico como por una férrea convicción en sus postulados. Le seguía de cerca, buscando aprender un poco sobre aquel ámbito de la ciencia que yo investigaba con un impulso meramente diletante. Con un amigo conversábamos por interno sobre tan lamentable pérdida, un amigo que también lo seguía de cerca. Había quedado con ganas de leer un libro suyo, algo sobre los Mensajes ocultos en el cine fantástico de la editorial Bajo los hielos. Leerle a posteriori sería, en cierta manera, una forma solapada de reconocimiento.