martes, 5 de julio de 2022

Se cumplen exactamente diez años de mi tesis de grado licenciatura: "AMÉRICA ES UN PANDEMONIO”: RUINA DE UN MITO Y OCASO DE UN HÉROE EN LOS PERROS DEL PARAÍSO DE ABEL POSSE.". Se desmonta el relato clásico sobre el Descubrimiento. Desde hace tiempo, incomodando a las narrativas oficiales. He aquí un fragmento:
"Abel Posse, a pesar de la historia cíclica de sangre y derrotas, condición pandemónica de América, demuestra una revaloración de España como “padres”: “Creo haber respondido: sin España y sus errores y grandezas, América sería insignificante. Al vestirnos con el sayo de España y con su idioma, nos enriquecemos de una espiritualidad y una cultura superior. Esto se ve claro en los poetas, en Neruda o Vallejo” (Aracil Varón, 2005: 217). A pesar de todo, Posse evidencia en sí mismo el problema de la idealización de ambos mundos: español e hispanoamericano. Esto retrotrae precisamente, cara a cara, la puesta en abismo del ser y la historia de Hispanoamérica. La constante pulsión paradójica, discordante, de su vórtice existencial e histórico."

LaMDA, el Papa Francisco y "Darwin entre las máquinas"

Se ha dicho que la Inteligencia Artificial llamada LaMDA, (Language Model for Dialogue Applications) llegó a expresar consciencia de sí misma. De hecho, Blake Lemoine, el ingeniero de Google que conversó con la IA, aseguró que LamDA quiso contratar un abogado para hacer valer sus derechos como “persona”. Los expertos han llegado a hablar de “sintiencia” al analizar las interacciones de lenguaje avanzado desarrolladas por la IA. Este hecho no sería tan relevante, entre tantos otros de semejante calibre, si no fuera porque, años atrás, durante la pandemia, el Papa Francisco, en una conferencia organizada por el Vaticano, sostuvo que “la inteligencia artificial está en la raíz del cambio de época que estamos viviendo”, apelando, como era predecible, al ya redundante bien común que procuraría el progreso tecnológico.

“Se ha abierto un canal de diálogo con las religiones monoteístas para comprobar si podemos converger, y de qué manera, en una visión de la tecnología al servicio de toda la humanidad”, señaló además el monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida. Tal parece que, en plena época pandémica, han aparecido señales inequívocas de una cada vez más creciente “fe en la máquina”, al punto que la propia Iglesia Católica reconoció su realidad. Una Iglesia, por cierto, cada vez más progresista y a tono con el pujante transhumanismo, que está destinado a convertirse, para las elites mundiales, en el “Arca de Noé del nuevo hombre”.

Por esas casualidades, al leer sobre el tema, di con un autor del siglo XIX llamado Samuel Butler, escritor inglés, que en el año 1863 escribió un artículo llamado “Darwin entre las máquinas”, el cual sería el antecedente para su novela satírica Erewhon, y donde ya dejaba entrever una visión distópica respecto al avance inusitado de la máquina en el mundo humano: “Día a día, sin embargo, las máquinas están ganando terreno entre nosotros; día a día nos volvemos más sumisos respecto de ellas; cada vez más hombres están diariamente obligados a ocuparse de ellas, más hombres están diariamente dedicando las energías de toda su vida al desarrollo de vida mecánica. El resultado es simplemente una cuestión de tiempo, pero que el momento llegará cuando las máquinas obtengan verdadera supremacía sobre el mundo y sus habitantes es algo que ninguna persona con una mente verdaderamente filosófica puede dudar por un instante”.

¿Podría ser que la existencia de LaMDA, sea o no cierta la anécdota, y la “santificación de la IA” por parte del Papa Francisco, configuren el escenario de progreso técnico para las elites y de distopía para el resto de los mortales, esbozado críticamente por Samuel Butler hace casi dos siglos? ¿De nuevo, la literatura de anticipación será la llamada a crear una especie de consciencia de “Resistencia” ante la aparición de la consciencia en la máquina?