lunes, 13 de octubre de 2014



La frase de Pessoa que leí hoy día: "Hay metáforas más reales que la gente que anda por la calle". En eso pensaba mientras recorría los antiguos barrios de la infancia... uno pasa por ahí creyendo reencontrarse no con el lugar precisamente sino que con aquel que allí vivía, con algo que te evoque el pasado, algún personaje de aquel entonces, alguna experiencia memorable, porque uno se sentía realmente importante a pesar de todo en ese pequeño círculo, sin carrera, sin dinero, pero cada descubrimiento e inclusive cada golpe era atesorado como algo valioso, material de alguna obra inconclusa. Sin embargo no es más que un escape pretencioso de la rutina, no se puede volver a ese que era, ese volver no es sino el intento de contar algo, se intenta porque se busca, se busca porque algo falta, en el medio de esa caminata todo permanece igual pero ya nada es lo mismo. El ascensor con el montículo blanco al medio, la metáfora de eso que ya no tiene lugar. Quizá lo único real siga siendo el camino cintura, pasando casi por arriba de las casas. Muchos de los antiguos siguen viviendo donde siempre, pero sigo mi camino, el afán de volver ¿adónde? a aquella etapa ya superada, a donde ya no quedan compañeros, donde solo restan las esquinas de siempre.